Cuando nacemos, el sistema visual no está plenamente desarrollado, sino que evoluciona paulatinamente hasta los 7 u 8 años. En todo este tiempo es posible desarrollar alguna clase de defecto refractivo u otras anomalías o patologías. Con la finalidad de que el niño o niña disfrute de una visión óptima para poder rendir en los estudios y efectuar con total normalidad las actividades propias de su edad, es fundamental que cualquier problema en la vista o los ojos sea diagnosticado a tiempo por un oftalmólogo.
Principales motivos por los que un niño debe asistir a una clínica oftalmológica
Los problemas de vista son muy frecuentes en los niños y niñas, pero afortunadamente gran parte de ellos tienen solución con un tratamiento adecuado, y no tienen por qué tener secuelas siempre y cuando se detecten a tiempo.
Estas son los principales motivos por los que los niños y niñas acuden a nuestra clínica oftalmológica de Málaga:
Ojo vago (ambilopìa)
Ojo vago (ambliopía): Este problema se produce cuando gran parte del esfuerzo visual reside sobre uno de los ojos, quedando el otro en una situación pasiva. Esto provoca que el ojo dominante tome todo el protagonismo visual, y el no dominante disminuya su agudeza visual. Esta situación es reversible siempre que se trate a tiempo, en los primeros años de vida. Pero es irreversible cuando el cerebro se ha formado, a partir de los 8-10 años aproximadamente.
Defectos refractivos
La miopía, hipermetropía y astigmatismo se producen cuando, por defectos en la forma de la córnea o del ojo, la luz que procede de los objetos no se forma en la retina, sino detrás o delante de ésta. Es muy importante corregir estos defectos lo antes posible para evitar el mal desarrollo del sistema visual con el peligro de desarrollar un ojo vago.
Estrabismo
Se trata de una desviación atípica de la posición de uno u ambos ojos.
Es una de las causas más frecuentes de ojo vago, además del consecuente defecto estético al no tener los dos ojos mirando en la misma dirección.
Las revisiones periódicas de los ojos son muy importantes para detectar cualquier problema ocular en la edad pediátrica, con la finalidad de que puedan desarrollarse apropiadamente en todos los aspectos de su vida, incluyendo el plano académico.
Los problemas de visión son una causa frecuente de fracaso escolar. Si un niño o niña no ve correctamente, no será capaz de seguir las explicaciones del profesor en la pizarra, pantallas, tablets, móviles, libros, partituras,…
Asimismo, un niño sin una visión óptima desde todas las distancias tiene que efectuar un sobreesfuerzo en sus actividades diarias, lo que provoca cansancio precoz o sufra dolores de cabeza o de ojos.
Signos de alarma
Los niños y niñas de edad temprana no son conocedores de que tienen defectos visuales o ven bien.
Por este motivo, con el objeto de detectar el problema cuanto antes, hay que tener en cuenta un conjunto de signos externos, que nos deben hacer intuir que algo no marcha correctamente en la visión del/la pequeño/a y que debemos llevar a nuestro/a hijo/a a una revisión oftalmológica cuanto antes:
- Se rasca los ojos con mucha frecuencia.
- Al escribir o leer se acerca mucho al cuaderno o libro.
- Le cuesta seguir las líneas cuando está leyendo.
- Necesita estar cerca de la pizarra en la escuela o a poca distancia de la
televisión. - Se acerca mucho el móvil o tablet.
- Las pupilas tienen un tamaño diferente entre ellas, no son completamente
redondas, o están demasiado dilatadas, o una de las dos tiene un color
blanquecino. - Tiene legañas, irritación u ojos rojos.
- Desvía uno de los ojos hacia dentro, fuera u otra dirección.
- Guiña o entorna los ojos cuando presta atención.
- Padece una caída de los párpados superiores.
- Se queja mucho de dolores de cabeza.
- Tiene un exceso de lagrimeo.
Las revisiones periódicas de los ojos son importantes para detectar problemas oculares en los niños, con la finalidad de que puedan desarrollarse apropiadamente en todos los aspectos de su vida, incluyendo por supuesto el plano académico.
Incluso hoy en día, los problemas de visión están detrás de casi un 30% de casos de fracaso escolar.
Si un niño no visualiza correctamente, no será capaz de seguir las explicaciones del profesor en la pizarra.
Asimismo, un niño sin una visión óptima desde todas las distancias tiene que efectuar un sobre-esfuerzo en sus actividades diarias, lo que provoca que se canse antes o sufra dolores de cabeza o de ojos.
Ante cualquier duda o consulta póngase en contacto con nuestra clínica oftalmológica Antonio Moreno, será un placer atenderlos.